27 de abril de 2010

El nuevo timo de la estampita

Cada vez tengo a más gente a mi alrededor que lleva la dichosa pulserita con el holograma que se supone que obra maravillas en el cuerpo humano (al igual que un placebo, vamos...) y, solamente por curiosidad, buscando en internet los hechos científicos y reales en los que se supone que se basa esta afirmación, me he encontrado con una entrada en el blog de "maikelnai" (sí, sí, el de "El coche fantástico" nada menos...) que tengo que copiar aquí, porque se me saltaban las lágirmas de risa al leerlo...

Aquí lo teneis:

Uno de las últimos productos milagro en llegar a nuestros hogares es la reinvención de las pulseras magnéticas, aunque en esta ocasión el timo llega revestido de hi-tech… Ya no hablamos de metal sino de neopreno, y el poder curativo no emana de la magnetita sino de ¡tachán! los hologramas (los imanes ya no curan, ahora lo que mola son las fotografías tridimensionales). En su página web, la describen a la perfección (ojo, el olor a magufo es tan fuerte que alguno de vosotros puede llegar a sentir nauseas, mareos e incluso vómitos).

Power Balance ® es un holograma de MYLAR en el que ha sido almacenada una frecuencia procedente de materiales naturales conocidos por sus efectos beneficiosos para nuestro cuerpo.

También se puede leer (no sin sonrojo):

“Cada objeto de este planeta tiene una frecuencia que puede medirse con exactitud, Albert Einstein sabía que todo en el universo emite una frecuencia única“.

Finalmente el plato fuerte, con el que esperan (y por lo que oigo, lo están consiguiendo) engañar a un montón de chavales deportistas: añadir los rostros de personajes famosos que la usan. En la galería de fotos descubrimos a Shaquille O’Neal, Rubens Barrichelo, y ¡cómo no! dos ejemplos de casa: el piloto de rally Dani Sordo y el surfer Pablo Gutiérrez, (este último responsable de que el timo se esté extendiendo particularmente rápido entre los surferos patrios tal y como me cuenta mi sobrino).

A simple vista el timo cumple con todas las características del producto mágico:

  1. Hace referencia a la energía (“power”)
  2. Introduce el término “natural” (el mejor señuelo)
  3. Usa términos científicos (“frecuencia”, “células”, “físico-mecánicas”, “química”)
  4. Menciona a Einstein (este es otro paso ineludible)
  5. A falta de ciencia, básate en testimonios (mi amigo Manolito lo probó y va de cine)
Supuestamente estas pulseras emiten un tipo de radiación electromagnética beneficiosa para la flexibilidad (¿cómo llega hasta las articulaciones?) y equilibrio (¿cómo viaja hasta el oído interno?). Pero además… ¿cómo explicarle a la gente que los hologramas emiten radiación electromagnética (igual que los ceniceros, o el papel higiénico y el resto de cuerpos que nos rodean) en función de su temperatura?

Pero ¿es que no han visto las típicas imágenes de un visor infrarrojo en las que las cosas calientes aparecen con más brillo que las de su frío entorno? ¿Y acaso no es la radiación infrarroja un tipo de radiación electromagnética?

En fin, espero no perder mucho más tiempo con esto. Si has decidido creer en los poderes curativos de esta pulsera a pesar de las advertencias, escucha al menos mi consejo y te ahorrarás el precio de la Power Balance (por cierto, nada baratas, valen más 30 euros):
  1. Pídele a tu padre una vieja tarjeta de crédito VISA que ya no use.
  2. Pídele a tu herman@ una goma para el pelo.
  3. Recorta la paloma holográfica de la VISA y pégala con celo a la goma.
  4. Póntela y “equilíbrate” tu solo con la pulsera DIY.
¡Tachán! Igual de inútil que la de marca pero ahorrándote más de mil durillos (no me des las gracias).

1 comentario:

  1. Hay que ser ingenuo para creer que un trozo de plástico te puede cambiar la vida...Pero bueno, mientras haya tontos por el mundo, siempre habrá quien se pueda lucrar a su costa

    ResponderEliminar

Al enviar un comentario, aceptas la política de privacidad del blog, según el Reglamento General de Protección de Datos, de obligado cumplimiento desde el 25 de mayo de 2018. Puedes consultar el texto aquí.

Lo más leído